En vez de reemplazar su celular por uno nuevo, muchas personas optan por arreglarlo, lo que implica confiar temporalmente su dispositivo
Vivimos conectados las veinticuatro horas del día a nuestros celulares, que ya no solo son el centro de nuestras comunicaciones, sino también auténticos cofres de datos personales. Fotos, redes sociales, correo electrónico, datos bancarios y cuentas de compras digitales conviven junto a documentos de trabajo, información fiscal y métodos de pago guardados en diferentes aplicaciones. Esa dependencia digital ha convertido a los teléfonos en verdaderas “ventanas” a nuestras vidas, cargadas de detalles íntimos y sensibles.
El uso intensivo tiene sus consecuencias y, cada vez más, es frecuente reparar el móvil ante caídas, baterías defectuosas, micrófonos inoperativos o protectores de lente agrietados. Cambiar de dispositivo supone un gasto considerable y el incómodo proceso de migrar configuraciones, software y datos a otro terminal. Por ello, muchas personas optan por arreglar su teléfono, lo que implica confiar temporalmente nuestro dispositivo —y con él, una parte importante de nuestra privacidad— a técnicos o servicios externos.
Reparar el smartphone de forma segura
Antes de dejar el móvil en manos de un servicio técnico, lo primero es averiguar si el equipo aún está en garantía. En algunos países, esta cobertura dura tres años, pero solo cubre averías de origen atribuibles al fabricante. Para daños accidentales, la reparación puede realizarse en servicios oficiales, que muchas veces recogen el móvil directamente en el domicilio, o en técnicos locales de confianza, explica El País.

Nada resulta tan incómodo como la expectativa de entregar también el PIN o patrón de desbloqueo, una práctica habitual para que los técnicos puedan comprobar, tras la reparación, que la pantalla, la cámara o la batería funcionan correctamente. El acceso al PIN despierta ansiedad: aunque confiemos en la profesionalidad del servicio técnico, la cantidad de información personal almacenada en el móvil hace que cualquier acceso a cuentas o contenido privado nos preocupe.
Ante este dilema, muchos optan por realizar una copia de seguridad y formatear el dispositivo antes de enviarlo al servicio técnico, aunque esto resulta tedioso y muchas veces innecesario. Afortunadamente, en los últimos años la mayoría de marcas han incorporado el denominado Modo de reparación. Al activar esta función antes de entregar el teléfono, los técnicos pueden realizar todas las comprobaciones y test necesarios sin acceder a los datos personales, el correo, las fotos ni la información confidencial del propietario.
Cómo activar y desactivar el modo de reparación en diferentes marcas
El modo de mantenimiento está pensado precisamente para cuando nuestro móvil pasa a terceros en procesos de reparación. Su activación varía entre fabricantes pero la finalidad es común: ocultar por completo los datos personales y dejar visible únicamente una versión casi “neutra” del sistema operativo, similar a un reinicio de fábrica. Al final del proceso, el usuario puede devolver el móvil a la normalidad y recuperar total acceso a sus datos y aplicaciones.

En teléfonos Samsung, este modo se activa desde Ajustes, eligiendo Mantenimiento del dispositivo (o Cuidado del dispositivo, según la región), y luego seleccionando Modo mantenimiento y pulsando Activar. Para Xiaomi, basta con ingresar a Ajustes, acceder a Sobre el teléfono y allí aparecerá la opción Modo de reparación.
En el caso de Apple, la herramienta llegó hace dos años a iOS y su activación requiere abrir la app Buscar, seleccionar Dispositivos, elegir el iPhone, tocar en Eliminar y, una vez aparezca el aviso correspondiente, aceptar activar el Modo reparación. Para la mayoría de Android, el acceso es tan sencillo como buscar en los Ajustes las palabras “reparación” o “mantenimiento”.
Cuando el móvil está reparado y regresa a tus manos, el proceso se invierte: solo hay que seguir el mismo recorrido desde Ajustes, aunque normalmente recibiremos una notificación advirtiendo que el modo sigue activo, la cual permite reactivar el acceso completo introduciendo el PIN o patrón.
Antes de llevar el móvil a reparar, no olvides hacer una copia de seguridad y retirar la SIM y cualquier microSD instalada. Así, minimizas el riesgo de perder información o dejar datos personales comprometidos. Nunca está de más recordar que, hoy por hoy, el móvil es probablemente el objeto que más información e intimidad concentra sobre cualquier usuario. Con el modo mantenimiento, reparar el terminal resulta más seguro, rápido y mucho más tranquilo para tu privacidad.