Un estudio sometió a seres vivos a condiciones de microgravedad similares a las que se registran en planetas distintos a la Tierra y detectó nuevos problemas de salud. Estos efectos se suman a otras dificultades que enfrenta SpaceX para concretar la visión de su líder
Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Sharjah reveló un factor poco conocido hasta ahora en los planes para colonizar Marte: la microgravedad, un desafío que deben considerar Elon Musk y su empresa SpaceX, si desea un futuro donde la humanidad sea multplantaria.
Los investigadores analizaron los tejidos bucales de ratones sometidos a condiciones similares a las que experimentarían los seres vivos en el espacio y hallaron un deterioro periodontal mucho más severo que en los animales mantenidos en la Tierra.
Los resultados, publicados en la revista Journal of Periodontal Research, exhibieron cómo la ingravidez acelera enfermedades bucales como la periodontitis, una patología que puede derivar en la pérdida de dientes y compromete el tejido óseo de la mandíbula.
Estos datos se suman a la larga lista de desafíos asociados con la colonización de otro planeta, como la radiación, el aislamiento y la escasez de recursos.
Qué reveló el estudio sobre el impacto de entornos como el de Marte en la salud

El experimento liderado por la Universidad de Sharjah dividió a seis ratones en dos grupos: uno permaneció en condiciones terrestres y el otro en microgravedad simulada.
Ambos desarrollaron periodontitis inducida, una enfermedad inflamatoria de la encía, pero los resultados mostraron una diferencia abismal. Los roedores expuestos a microgravedad sufrieron un daño mucho mayor, niveles elevados de inflamación y una mayor pérdida ósea.
El análisis indicó que estos animales tenían niveles superiores de actividad de fosfatasa alcalina, señal de resorción ósea y respuesta inflamatoria intensa.
El grupo de control apenas registró alteraciones estructurales, lo que refuerza la idea de un papel protector de la gravedad terrestre frente al avance de la periodontitis y otras complicaciones de salud asociadas.
Por qué este hallazgo afecta los diferentes planes de colonizar Marte

La microgravedad ya figuraba entre los principales desafíos para la exploración espacial, por sus efectos sobre la masa muscular, el sistema cardiovascular y la densidad ósea.
Sin embargo, este estudio, aporta evidencia de un efecto adverso poco considerado: el riesgo para la salud bucodental y, por extensión, la calidad de vida y la seguridad de las personas durante misiones prolongadas.
Si los humanos presentan respuestas similares a las observadas en los ratones del experimento, las misiones marcianas deberán incorporar especialistas en salud dental y desarrollar estrategias preventivas adaptadas al espacio.
Qué se necesita para hacer viable una colonia humana en en otros planetas

El sueño de una colonia autosuficiente en Marte, promovido por Musk, requiere mucho más que lanzamientos y tecnología avanzada.
A los problemas logísticos y tecnológicos se suman cuestiones médicas fundamentales, como la necesidad de proteger a los futuros colonos de las consecuencias de la microgravedad, tanto a nivel musculoesquelético como bucodental.
A largo plazo, los científicos subrayan que será imprescindible adaptar la medicina espacial, invertir en prevención y contar con grupos multidisciplinarios capaces de resolver emergencias sanitarias en un entorno extremo.
Hasta que la ciencia no provea soluciones para estos riesgos, convertir Marte en un hogar humano estable permanecerá como un desafío lejos de resolverse.
Cuál es el cronograma real que planea SpaceX para llegar a Marte

Según el cronograma difundido por SpaceX, el primer vuelo de la nave Starship hacia Marte tendría lugar sin tripulación y únicamente transportaría robots humanoides Optimus, fabricados por Tesla.
Esta misión inicial está programada para finales de 2026, coincidiendo con la ventana de alineación entre la Tierra y Marte, que reduce la distancia y el tiempo de viaje a aproximadamente siete o nueve meses.
Las primeras misiones humanas, en palabras de Musk, se sumarían en el segundo o tercer aterrizaje, escalando así el camino hacia un asentamiento permanente.
Si el cronograma no se cumple, la compañía esperaría hasta 2028 para intentarlo durante la siguiente alineación óptima. Sin embargo, Musk reconoce que la probabilidad de que Starship esté lista para la ventana de 2026 es solo del 50%.