Este mes es el momento ideal para anticiparse a la temporada cálida y comenzar a cultivar.
Durante la primavera temprana, el suelo comienza a templarse y ofrece las condiciones perfectas para sembrar flores aromáticas que crecerán en los meses de calor. Elegir bien las variedades es clave: no solo deben resistir el clima de tu región, sino también ofrecer una floración prolongada y fragante.
Entre las opciones más recomendadas se encuentran el jazmín, la lavanda y la alelí. Estas flores no solo aportan aroma y color, sino que también atraen mariposas y abejas, al fomentar un pequeño ecosistema en tu espacio verde.

Además de su valor estético, estas flores pueden utilizarse con fines decorativos o incluso en infusiones y ambientadores naturales, según la variedad. Sembrarlas en septiembre garantiza un jardín vibrante y perfumado justo cuando el verano alcanza su esplendor.
Cómo asegurarse una siembra exitosa
- Prepará bien el suelo: removelo, agregá compost y asegurate de que drene bien.
- Ubicación estratégica: todas estas flores necesitan sol directo al menos 6 horas por día.
- Riego moderado: mantené la tierra húmeda pero sin encharcar. La lavanda, por ejemplo, prefiere suelos más secos.
- Podá con regularidad: quitar las flores marchitas estimula una nueva floración.
- Fomentá la biodiversidad: combinarlas con otras plantas nativas puede atraer más polinizadores.