La función de este pequeño detalle sorprende a muchos y puede marcar la diferencia en tu rendimiento y comodidad al entrenar.
Si alguna vez te preguntaste para qué está ese agujerito extra en la parte superior de tus zapatillas deportivas, no estás solo. La mayoría de las personas lo pasa por alto, lo confunde con un diseño estético o simplemente cree que está ahí “de adorno”. Sin embargo, su función es mucho más importante de lo que parece y puede ayudarte a mejorar tu experiencia al correr, caminar o hacer cualquier actividad física.
Este pequeño orificio adicional se conoce como “lace lock” o “bloqueo de cordones”. Está diseñado para ofrecer un ajuste más firme y seguro en la zona del tobillo, evitando que el pie se deslice hacia adelante dentro de la zapatilla. Esto es especialmente útil durante entrenamientos intensos, carreras largas o actividades en las que el movimiento constante puede generar incomodidad o incluso lesiones.
El sistema funciona creando un lazo extra con los cordones. Para utilizarlo, se pasa cada cordón por el agujerito extra del mismo lado, formando un pequeño bucle. Luego, se cruzan los cordones y se insertan en el bucle contrario antes de ajustar el nudo final. Este método permite que la zapatilla abrace mejor la parte superior del pie, evitando rozaduras, ampollas y la fricción innecesaria que puede aparecer con un ajuste más flojo.

Además, este truco resulta ideal para quienes practican running, trekking o deportes de alta exigencia, ya que mejora la estabilidad y reduce el riesgo de torceduras. Muchos especialistas en calzado deportivo recomiendan aprovechar esta característica para optimizar el rendimiento y cuidar la salud del pie.
Lo curioso es que, a pesar de estar presente en la mayoría de los modelos modernos, muy pocas personas saben para qué sirve realmente. Los diseñadores lo incorporan como un recurso funcional que, bien usado, puede transformar la forma en la que calzás tus zapatillas.
La próxima vez que te pongas tus deportivas, probá este sistema de bloqueo. Es un detalle simple que puede marcar la diferencia entre un calzado cómodo y un entrenamiento incómodo. Ahora que sabés su verdadera utilidad, ese agujerito extra ya no pasará desapercibido.