Las delegaciones de Brasil y Uruguay estallaron de bronca con el gobierno de Milei luego del fracaso de la reunión del área de Derechos Humanos del Mercosur del martes de manera virtual.
Fuentes diplomáticas revelaron a LPO que la presidencia protempore de Argentina convocó los días 5 y 6 de mayo a los países de la región pero las reuniones no se desarrollaron por el boicot constante de Argentina representada por Úrsula Basset, quien está a cargo de la dirección de Derechos Humanos de Cancillería desde marzo de este año.
La interventora que Karina le puso a Diana Mondino durante su gestión en la Cancillería sigue cumpliendo funciones aunque con un perfil mucho mas bajo. Fue ella la que se encargó de objetar cada uno de los contenidos hasta lograr que no haya agenda de consenso.
“Fue la primera vez en la historia de 20 años que no se llega a un consenso para iniciar una reunión para abordar temáticas de derechos humanos en la región”, afirma una fuente que participó de la fallida reunión.
Este diplomático sostuvo que “no se tuvo en cuenta el protocolo para la organización de las reuniones que fueron consensuados y establecidos por las propias autoridades de los países de la región en 2020. Tampoco, se tuvo en cuenta el reglamento de esta reunión creada hace 20 años por consenso de los países. Además, no fueron convocadas las organizaciones de la sociedad civil para participar”.

“También, fue impedida la participación a las reuniones del órgano técnico, que es el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur con sede en la ciudad de Buenos Aires, a quien solo se le asignó un breve tiempo específico para ingresar a la plataforma de la reunión”, agregó.
Según revelaron a LPO testigos presentes del encuentro, durante la reunión, Basset no dejaban terminar las intervenciones de la autoridad de Uruguay que buscaba exponer los argumentos sobre el rechazo a la agenda.
Las temáticas que se abordan en este ámbito del bloque regional está relacionado con los pueblos indígenas, afrodescendientes, mujeres y comunidad LGBTI, todos ejes de lo que el gobierno considera agenda woke, globalismo u ideología de género.
Frente a esta situación de bloque, Uruguay y Brasil decidieron no participar y retirarse de la reunión con sorpresa e indignación. “Fuimos destratados”, dijo a LPO uno de los integrantes de la delegación brasileña.
Los presidente se reunirán en Buenos Aires los primeros días de julio, en una cumbre que no avanzará en el acuerdo que Milei quiere con Estados Unidos y en donde Milei deberá entregarle la presidencia protempore a Lula en un contexto de extrema tensión.