La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte instó a los propietarios de estas infraestructuras a realizar análisis de vulnerabilidad para determinar su resistencia ante impactos de embarcaciones y prevenir posibles fallos en su estabilidad
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) instó a los propietarios de 68 puentes en 19 estados de Estados Unidos a realizar una evaluación de vulnerabilidad para determinar el riesgo de colapso en caso de colisión con embarcaciones. Esta recomendación surge a raíz de la investigación en curso sobre el derrumbe del puente Francis Scott Key, ocurrido en Baltimore el 26 de marzo de 2024 tras el impacto del buque portacontenedores Dali.
Según la investigación de la NTSB, el puente Key tenía un nivel de riesgo de colapso casi 30 veces superior al umbral aceptable establecido por la Asociación Estadounidense de Funcionarios Estatales de Carreteras y Transporte (AASHTO, por sus siglas en inglés). Este umbral define los estándares de seguridad para puentes esenciales o críticos dentro de la infraestructura nacional. El informe de la NTSB destaca que los 68 puentes identificados fueron diseñados antes de la implementación de estos lineamientos y no han sido evaluados con los criterios de vulnerabilidad actuales.
La NTSB aclaró que esta recomendación no significa que los puentes estén en peligro inminente de colapso, sino que los propietarios deben calcular la frecuencia anual de colapso utilizando la metodología establecida por AASHTO. En caso de que los resultados indiquen un riesgo superior al umbral aceptable, las autoridades responsables deberán desarrollar e implementar un plan de reducción de riesgos.
Evaluaciones de vulnerabilidad: antecedentes y normativas
El cálculo de vulnerabilidad estructural ante colisiones de embarcaciones fue introducido en 1991 por AASHTO, tras la investigación del derrumbe del puente Sunshine Skyway en Florida. En ese entonces, la metodología se diseñó para aplicarse a nuevos puentes dentro del Sistema Nacional de Carreteras, pero también se recomendó que se aplicara a puentes ya existentes. En 2009, AASHTO reiteró la importancia de realizar estas evaluaciones en estructuras construidas antes de la normativa, con el fin de prevenir fallos catastróficos.
Desde 1994, la Administración Federal de Carreteras (FHWA, por sus siglas en inglés) exige que los nuevos puentes sean diseñados con medidas de mitigación ante impactos de embarcaciones. Estas medidas consideran el tamaño, velocidad y características de las embarcaciones que transitan bajo sus estructuras. Sin embargo, el puente Francis Scott Key fue construido antes de que estas evaluaciones fueran obligatorias, lo que lo dejó fuera del marco de protección estructural vigente.
El informe de la NTSB señala que, si la Autoridad de Transporte de Maryland (MDTA, por sus siglas en inglés) hubiera realizado una evaluación de vulnerabilidad del puente Key considerando el tráfico marítimo reciente, habría identificado que la estructura superaba el nivel de riesgo aceptable. De haber contado con esta información, la MDTA habría podido tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de colapso y evitar la pérdida de vidas.
El accidente del puente Key y sus consecuencias
El colapso del puente Francis Scott Key ocurrió el 26 de marzo de 2024, cuando el buque portacontenedores Dali, de 984 pies (300 metros) de eslora y con bandera de Singapur, experimentó una pérdida de energía eléctrica y propulsión mientras salía del puerto de Baltimore. La embarcación impactó el pilar sur que sostenía los tramos centrales del puente, provocando su derrumbe.
En el incidente murieron seis trabajadores de la construcción que realizaban labores en el puente, mientras que otro resultó herido. A bordo del Dali, una persona también sufrió lesiones. El desastre generó una respuesta inmediata de las autoridades locales y federales, quienes iniciaron labores de rescate y aseguramiento de la zona.
Como parte de la investigación, la NTSB analizó el estado estructural del puente y su diseño original, concluyendo que la falta de medidas de mitigación ante colisiones fue un factor determinante en su colapso. La agencia enfatizó que otras estructuras en el país podrían estar en una situación similar si no se realizan las evaluaciones recomendadas.
Recomendaciones de la NTSB y próximos pasos
La NTSB emitió una serie de recomendaciones para reducir los riesgos en los puentes identificados. Entre ellas, se incluyen:
- Realizar una evaluación de vulnerabilidad estructural siguiendo el cálculo de frecuencia anual de colapso definido por AASHTO.
- Desarrollar e implementar un plan de mitigación en caso de que los niveles de riesgo superen los estándares de seguridad aceptables.
- Aplicar mejoras en la infraestructura o realizar cambios operativos para minimizar el impacto de una posible colisión de embarcaciones.
Además, la NTSB recomendó que la FHWA, la Guardia Costera de EEUU y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU establezcan un equipo interdisciplinario para brindar asistencia técnica a los propietarios de puentes en la evaluación y mitigación de riesgos.
La seguridad de la infraestructura en Estados Unidos bajo escrutinio
El colapso del puente Key ha reavivado el debate sobre el estado de la infraestructura vial en Estados Unidos y la necesidad de actualizar las normativas de seguridad en puentes construidos antes de la implementación de los estándares modernos. Expertos en ingeniería civil han señalado que muchas de las estructuras más antiguas del país no fueron diseñadas para soportar el tránsito de embarcaciones de gran tamaño como las actuales, lo que representa un riesgo latente en varias regiones.
El informe del NTSB destaca que las evaluaciones de vulnerabilidad son clave para garantizar la seguridad de los puentes y prevenir desastres similares al del puente Key. Las agencias estatales y federales deberán tomar medidas concretas para atender estas recomendaciones y fortalecer la resiliencia de la infraestructura vial del país.
El Informe de Investigación Marítima de la NTSB ya está disponible en línea, mientras que las agencias de seguridad pública pueden reportar incidentes al Centro de Operaciones de Respuesta de la NTSB a través de los números 1-844-373-9922 o 202-314-6290.
