Quizás es una de las subastas más locas del mundo de los Beatles. Un pedazo de una tostada mordida por George Harrison en un desayuno, en 1963, fue vendida en varias libras. Esta curiosa pieza fue guardada durante 62 años en una página de un álbum de recortes junto a colillas de cigarrillos y pelusas de la funda de la guitarra de John Lennon.
Todo esto perteneció originalmente a Sue Houghton, una fan de los Beatles que a los 15 años conoció a la familia Harrison, y durante una visita a su casa, vio una tostada sin terminar en el plato del recordado guitarrista y se la guardó en el bolsillo.
“Trozo del desayuno de George. 2-8-63″, escribió Sue junto al pedazo de tostada. Según se conoció, la fecha coincide con el regreso de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr volvieron a Liverpool luego de una gira de siete semanas.
Este fragmento de pan salió en subasta por primera vez en 1992, cuando Hougthon lo vendió a través de la casa Christie’s por 1.300 libras para ayudar a financiar las reformas de su casa. Su nuevo propietario, el comerciante de recuerdos Joseph O’Donnell, no reveló cuánto pagó por el objeto, pero los expertos calculan que, como mínimo, el precio se habría triplicado.
Según publicó ABC, en 1999, Paul McCartney declaró al diario alemán Der Spiegel que sus hijos se burlaban de él por dejar el desayuno sin terminar, exagerando la historia de la tostada de George. “Papá, no hace falta que termines el pan” o “¿De verdad querés medio huevo?”, solían decirle sus hijos al músico.
También, el NY Post destacó que la noticia de esta tostada llegó a los integrantes de los Beatles y se convirtió en una broma interna. En 1992, el propio Harrison le dijo a Vox que se trataba de una broma: “¡Me comí todas mis tostadas! ¡Nunca dejé una!”.
